Padres inesperados

Capitulo 1

Un amanecer se veía en el enorme cielo que Peter y Bautista observaban desde el cementerio donde estaban sentados, bajaron la mirada y volvieron a leer los nombres de sus padres en las lápidas, con la agonía que los consumía suspiraron, se abrazaron y volvieron a llorar por la pérdida de sus seres queridos.

Solo hace 2 meses, los cuatro estaban disfrutando de un paseo familiar donde todos reían por las bromas de papá y se regocijaban por la comida de mamá. A la noche cada uno se fue a descansar ya que al siguiente día volverían a salir, para celebrar el aniversario de sus padres que cumplían 25 años de estar casados y planeaban tomar una segunda luna de miel, a la cual ellos estaban invitados pero ninguno de los dos quiso ir, porque deseaban que sus padres disfrutaran del amor que se tenían. Peter había prometido cuidar de Bautista hasta que ellos regresaran. Pero lamentablemente nunca más volvieron. 

Tres de la madrugada, empezó a sonar el teléfono de la casa, el pitido del teléfono sonaba sin cesar, Peter fue quien contesto la llamada ya que su hermano de 9 años dormía peor que una piedra y daba por seguro que jamás contestaría. Contesto y un señor que decía ser policía le daba las malas noticias de que sus padres habían fallecido en un trágico accidente.

Un Peter desolado prometió frente a la tumba de sus padres que él se haría cargo de su hermanito y que sacaría adelante la empresa textil que ellos dejaban, aunque no había necesidad de que trabajara lo haría, su padre se había encargada de dejarle una suma de dinero impresionante en la cual Peter y Bautista podrían vivir dos vidas sin necesidad de trabajar.

Levantándose del suelo, los dos dieron una última mirada a la lápida de sus padres y se fueron a casa. Últimamente Bautista paraba de mal humor, si es que se le podía decir asi a la gran tristeza que llevaba en el, todos los días paraba encerrado en su cuarto, solo salía cuando su hermano lo llamaba para comer. Peter quería hacer lo mismo que el pequeño pero sabía que no podía permitírselo, ya que si él se venía abajo, no habría nadie quien lo levante.

Desde el fallecimiento de sus padres, Peter quien tenía 22 años, se había echo cargo de cocinar, limpiar, pagar las facturas de la casa, con la esperanza de tener la mente despejada de las emociones tristes que lo embargaban, pero no lo había conseguido.

Le dolía que su hermano pequeño no saliera a jugar o por lo menos que hablara con él, pero dentro de poco se acabaría el verano con ello sus vacaciones y por fin  tendría que salir del escondite de su cuarto para que regresara al colegio.

2 meses después

Metido en auto descapotable en color negro que su padre le regalo en su decimo octavo cumpleaños, Peter como siempre paso a recoger a su hermano del colegio y como siempre este se sentó en el lado del copiloto soltando un rezongo. Bautista no lo trataba mal pero tampoco le hablaba, no sabía qué hacer o que decirle para que el ya no estuviera con su mal carácter. En los dos meses que habían pasado su estado de ánimo no había cambiado, su rutina se había convertido en salir del colegio, comer y encerrarse en su cuarto.

Se paro en un semáforo rojo y componiendo una sonrisa le pregunto a su hermano.

Peter: como te fue hoy en el cole? 

Bauti: bien

Habría jurado que su hermano gruño la respuesta, sin saber que mas decir volvió la vista al semáforo y este se puso en verde, continuo con su ruta pero a los 10 segundos tuvo que pisar rápidamente el freno haciendo que el auto expulsara un chirrido ensordecedor, si no hubiera sido por los cinturones de seguridad él y su hermano se hubieran dado un fuerte golpe contra la ventana.

El motivo de su rápido freno había sido por que una chica se había cruzado en su camino, esta sin ver la pista iba corriendo tras algo que él no pudo distinguir, ella recién se dio cuenta de su error cuando el chirrido del auto sonó tras ella estrepitosamente, sin ni siquiera darle una mirada al conductor del auto se agacho para recoger lo que venía persiguiendo, cuando se levanto en sus brazos cargaba a un pequeño labrador de color caramelo.                         

La chica finalmente levanto la vista del cachorro y lo miro directamente a él, en ese momento Peter sintió como si todo su mundo girara alrededor de ella. La muchacha que lo miraba con unos ojos marrones muy asustados no aparentaba tener más 17 años, aproximadamente mediría un metro cincuenta, juraría que su piel blanca era tan suave como aparentaba y sus cabellos negros caían lacios pero algunos mechones eran ondeados, lo que no daría el por enredar sus manos en todo ese cabello sedoso. Quería seguir retratándola pero su hermano Bautista lo saco de su trance dando un fuerte portazo, cuando se quiso dar cuenta el ya estaba delante de la chica gritándole.

Bauti: acaso eres tan tonta que no te das cuenta de por dónde vas?

Peter salió del auto y fue junto a su hermano, acaso Bauti había sido capaz de gritarle a esta chica?, se dio cuenta de que las mejillas de la muchacha se volvían sonrosadas lo cual la hacía ver más linda, nerviosa contesto.

: pasa que Gary mi perrito salió corriendo de un momento a otro y me dio miedo de que se perdiera, en medio de mí desesperación por atraparlo no me di cuenta de por donde pasaba. Lo siento, en ningún momento quise que esto pasara.

Bauti: te doy un consejo, otro día se mas inteligente y ponle un maldito collar a tu perro para que no se vuelva a escapar.

Peter: Bautista no seas irrespetuoso, papá nos enseño que jamás debemos faltarle el respeto a nadie y mucho menos a las mujeres.

Bauti: ya lo sé, pero Peter no te das cuenta de que quizás la pudiste haber atropellado?, y luego que pasaba si te llevaban a la cárcel, me ibas a dejar solo?

En medio del enojo de Bautista, Peter se dio cuenta de que los ojos del pequeño se volvían brillantes, su pequeño estaba mostrándose vulnerable.

Peter: Bau nada de eso paso, y recuerda que yo jamás te dejaría solo

Le sonreí para que supiera que le estaba diciendo la verdad, era imposible que alguien lo alejara de su hermano, sabía que Bau se iba a enojar con lo que él le iba a pedir pero no le parecía bien que el niño se la pasara gritando.  

Peter: ahora por favor pídele disculpas a la señorita

Bauti: (frunciendo el ceño) y porque yo, ella más bien nos debería pedir disculpas a nosotros por haberse metido en nuestro camino.

Peter: Bautista le gritaste y le faltaste el respeto, acaso no te parece suficiente para pedir disculpas?

Bauti: NO!, porque ella es la tonta que cruzo sin ver

Continuara.....

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Como veran le cambie el nombre a la nove, espero que les haya gustado :)

Besos